jueves, 13 de septiembre de 2012

Profiteroles con nata

(Blogger lleva unos días un poco tonto y no me deja subir las fotos, no sé si sólo me pasa a mí! Por ahora dejo este post sin fotos y las pondré cuando los señores de Blogger arreglen esto).

Esta vez vengo con una receta que no había probado nunca hasta ahora. Como he dicho anteriormente, me gusta experimentar y aprender nuevas recetas, sobre todo de repostería, así que me he atrevido con algo nuevo esta vez, y la verdad es que ha salido todo perfecto!

Nunca antes me había planteado hacer profiteroles. Por alguna razón pensé que serían difíciles de hacer y que no me iban a salir bien, pero hace unos días me puse a ojear libros de recetas y a rebuscar un poco por internet y decidí que tenía que probar a hacerlos, porque después de todo, no parecían para nada difíciles.

Después de investigar, decidí que iba a ser fiel (más o menos) a la receta de uno de los libros de cocina que rondan por casa desde hace un porrón de años. El libro en cuestión es "El menú de cada día" de Karlos Arguiñano, y al parecer fue editado en 1992, ¡hace 20 añitos nada menos! Recuerdo que de pequeña miraba maravillada las fotos (sobre todo las de los postres, claro!), y creo que nunca hubiera imaginado que llegaría a preparar alguno de ellos. Pero sí, por fin ha llegado el día de hacer uso de estas fantásticas recetas.

Total, que las cantidades de la receta me parecían demasiado, así que utilicé la mitad de todo. Y como en otras recetas que encontré por internet decían que había que utilizar los huevos enteros, y en la del libro, sin embargo, decía que había que poner solo las yemas, lo que hice fue utilizar mitad y mitad. O sea, 2 huevos enteros y 2 yemas. No sé si hacer esto tiene algún sentido (probablemente no, jajaja), pero lo hice así y salieron bien buenos, así que lo voy a poner tal cual en la receta.


Ingredientes:

250 ml de agua

130 gr de harina

95 gr de mantequilla

4 huevos

Una cucharatida de azúcar

Media cucharadita de sal


Preparación:

Primero precalienta el horno a 180º.

Empezamos poniendo a calentar el agua en una cazuela pequeña y derritiendo en ella la mantequilla. Cuando esté derretida añade la harina toda de golpe, y ponle también la sal y el azúcar. Remueve hasta que esté todo bien mezclado y retira del fuego.
Ahora hay que ir añadiendo los huevos uno a uno a la masa anterior. Como ya os he dicho, yo añadí dos yemas y dos huevos enteros y quedó bien. Lo importante es integrar completamente el primer huevo antes de echar el siguiente y así sucesivamente.

Cuando termines tendrás una masa con este aspecto. Tiene una textura muy curiosa! Creo que nunca había hecho una masa parecida, y me sorprendió mucho el resultado.

Ahora rellena una manga pastelera o una bolsa de congelar y corta la esquina para tener un orificio grandote. Yo le puse una boquilla redonda a mi manga pastelera, pero se hacen igual de bien con una bolsa de congelar con un agujero, y es más fácil! Así que la próxima vez los haré de esta forma, sin duda.

En una bandeja de horno con papel de hornear (o lámina de silicona o similares) forma montoncitos con la manga pastelera. No lo sé exactamente, pero creo que los míos tenían como unos 3cm de diámetro.

Se les quedará un pequeño pico en la parte superior que se puede aplastar fácilmente presionando un poco con un dedo. No es esencial hacer esto, pero quedan más bonicos si se hace. Así que como queráis!

Hornéalos durante unos 20 minutos en el horno que habrá que precalentar previamente a 180º, como he dicho más arriba.

Sáca la bandeja, espera un poco hasta que los profiteroles se enfríen un poco y abrelos con un cuchillo por la mitad, sin separar del todo las dos mitades (aunque tampoco pasa nada si se separan del todo.

Y ahora... a rellenar!


Para la nata:

Nata líquida para montar

Azúcar al gusto


Monta la nata, y ponla en una manga pastelera. En este caso he usado una boquilla con forma de estrella, porque me parece que queda más mono así.

Pon un poco de nata (o mucha, si eres natadicta como yo!) en cada profiterol, y vuelve a ponerles la "tapa".


Sólo con nata ya están muy buenos, pero mejoran si además les pones un poco de chocolate por encima. Yo he utilizado chocolate negro fundido en el microondas y le he añadido un poco de leche para que estuviera más líquido. También he espolvoreado un poco de azúcar glas por encima, que queda muy bien.


¡Están deliciosos!




También podéis probar a rellenarlos de crema pastelera. Como me salieron un montón y no tenía nata suficiente para todos (que me comiera parte de la nata a cucharadas no tiene nada que ver, lo juro), hice una crema pastelera para rellenar los que faltaban, y también estaban de muerte, por supuesto! Pero no les saqué foto, porque

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