lunes, 30 de julio de 2012

Brownie clásico

La primera receta de este blog es un brownie de chocolate y nueces, es decir, el brownie de toda la vida. Es una receta rápida, sencilla e infalible, porque a no ser que te despistes y dejes el brownie en el horno durante 2 horas y se te queme, es imposible que salga mal.
Aun siendo tan sencilla, es otra de mis recetas estrella (junto con las croquetas :P), porque los amigos y familiares que lo han probado siempre me dicen que lo vuelva a hacer. Aunque yo creo que un brownie es siempre una receta estrella lo haga quien lo haga y lo haga como lo haga, porque como digo, ¡siempre sale riquísimo!

Probé a hacer brownie por primera vez siguiendo una receta de una compañera de clase que hacía unos brownies impresionantes, pero la modifiqué un poco y ahora me gusta más aún. Así que no dudéis en hacer lo mismo para adaptar la receta a vuestros gustos. Ponedle más o menos chocolate, o nueces, ¡o lo que queráis!



Ingredientes:


150g de chocolate negro (yo he utilizado chocolate con 55% de cacao porque no tenía más, pero le viene bien un chocolate más negro aún)






220g de mantequilla + un poquito para untar el molde








4 huevos








220g de azúcar (podéis ponerle más azúcar si le ponéis chocolate más negro)







85g de harina + un poquito para el molde








Unas 20 nueces pequeñas (las he pesado y eran unos 45g una vez peladas, pero podéis ponerle más o menos, a vuestro gusto)









Preparación:


Como la receta es muy rápida de hacer, puedes poner el horno a precalentar desde el primer momento, porque lo tendrás todo listo para cuando el horno se caliente. La temperatura depende del horno, pero lo que a mí me funciona es ponerlo a 180º.

Trocea el chocolate y ponlo en un bol al baño maría junto con la mantequilla. Remueve de vez en cuando para que se mezclen bien los dos ingredientes. (Se me ha olvidado sacar la foto de este paso, ¡qué fallo!)

Bate los huevos y añade el azúcar poco a poco mientras sigues batiendo.



Cuando el chocolate y la mantequilla estén completamente fundidos y mezclados, añádelos a la mezcla de huevos y azúcar e integralo con cuidado hasta que esté homogéneo.



Pela las nueces y trocéalas con las manos. Añádelas a la harina.



Añade la harina con las nueces a la mezcla anterior y remueve para que todos los ingredientes se mezclen bien.



Unta un recipiente para horno (yo utilizo uno de forma rectangular y bastante grande, para que el brownie no quede muy grueso) con mantequilla y ponle un poco de harina, para que luego sea más fácil de desmoldar. Vierte la mezcla en el recipiente y métela al horno.
 


Hornea a 180º durante unos 20-25 minutos, o un poco más si después de ese tiempo ves que todavía no tiene una fina costra en la superficie.
Con el brownie no sirve el truco de pincharlo con un palillo o cuchillo para ver si está hecho, como se suele hacer con el bizcocho. De hecho, si pincháis el brownie con el cuchillo y os sale seco, significará que lo habéis horneado durante demasiado tiempo, y se habrá convertido en una especie de bizcocho seco incomible. Lo digo porque a mí me pasó y tuve que hacer otro desde cero. Así que ya sabéis, si pinchais el brownie una vez horneado durante el tiempo adecuado y el cuchillo sale con masa, es que está bien hecho, aunque no lo parezca.



Después de dejarlo enfriar, puedes desmoldarlo y cortarlo en trozos cuadrados. Se suele servir con una bola de helado de vainilla, pero esta vez lo he servido con chocolate caliente y unos frutos rojos, para darle un toque diferente.



¡Está buenísimo!

jueves, 19 de julio de 2012

¡Empezamos!

¡Hola!

Después de darle vueltas durante mucho tiempo, hoy me inicio en la aventura de los blogs de cocina. Así que empiezo con una breve presentación.

Siempre me ha gustado comer bien, y he tenido la suerte de que en mi casa siempre se ha cocinado mucho y muy rico. Mis padres han sido los que me han transmitido la pasión por cocinar (¡y por comer!),  aunque mi entorno ha tenido también gran parte de culpa. Soy del País Vasco, y este es un hecho que marca a cualquiera, gastronómicamente hablando. Aquí nos gusta comer. La cultura gastronómica está fuertemente arraigada en la sociedad, y quien más quien menos sabe preparar unas buenas alubias de Tolosa, o un bacalao al pil-pil o una rica pantxineta. Yo creo que lo llevamos en la sangre.

Lo anterior sumado a toda una infancia viendo programas de Karlos Arguiñano, los libros de recetas que solía hojear en busca de fotos llamativas de postres, y un poco de interés, hicieron que pronto intentara echarle una mano a mi madre mientras cocinaba. Me gustaba especialmente meter las manos en la masa cuando hacía rosquillas!

De esta forma he ido haciendo mis pinitos en la cocina, probando y experimentando con recetas sencillas primero, con algunos aciertos y otros tantos errores, hasta que más o menos he conseguido dominar algunos platos. Aunque aun me falta muchísimo por aprender.

Así pues, en este blog escribiré sobre las recetas que domino, esas que triunfan entre mis amigos. Pero también sobre los experimentos con nuevas recetas, y por supuesto todos los errores que cometa durante su elaboración, porque de los errores también se aprende.
Os diría que las recetas que hago son sencillas, pero no es verdad, porque a veces me gusta complicarme. Pero tampoco hago siempre recetas complicadas, porque hay muchísimas cosas que son sencillísimas de hacer y salen bien ricas! Por lo que aquí encontraréis un poco para todos los gustos.

Eso sí, tengo especial interés en la repostería, en los cupcakes que están tan de moda, y sobre todo en las masas. ¡Todavía me quedan tantas masas por probar y con las que hacer experimentos!


Y si os preguntáis por el título del blog, sí, me encantan las croquetas. Podría comerlas a todas horas y no cansarme, y además, son uno de mis platos estrella. Aunque soy muy exigente con mis propias croquetas, y sé que aun tengo que mejorar mi receta. Encontrar la croqueta perfecta es una de mis misiones en la vida (bueno, algo así), y tal vez este blog me ayude a lograrlo. Así que si habéis dado con la receta definitiva, o conocéis el restaurante donde se sirven las mejores croquetas del mundo, hacedmelo saber, que os estaré eternamente agradecida.

Con esto y poco más, empiezo este blog que espero que disfrutéis tanto como lo haré yo.

¡Nos vemos en la cocina!